aitek TODOTURISMO : La Sierra Norte de Sevilla, una grata experiencia

Una reciente visita a la Sierra Norte de Sevilla nos descubre sus valores paisajísticos, patrimoniales, gastronómicos y ecológicos.

Estoy segura de que muy pocos relacionan Sevilla con Sierra Morena. Y sin embargo, este sistema orográfico, como borde sur de la meseta castellana, no afecta solamente a las provincias de Córdoba y Huelva, sino también al norte de la provincia sevillana. Es la Sierra Norte de Sevilla, la zona de dehesas, toros bravos, caballos y cerdo ibérico, entre otras muchas cosas de interés.

En este medio ambiente peculiar cabe destacar tres elementos que marcan su turismo: la rica Gastronomía, la diversidad de Alojamientos y las Actividades al aire libre. Por supuesto que cuenta también con un Patrimonio cultural y natural importante.

PRODETUR, la sociedad de la Diputación de Sevilla para la Promoción del Desarrollo Turístico, en su presencia promocional por diversas capitales españolas, recaló en Bilbao el pasado mes de Mayo (ver reportaje en este blog).

Este otoño, diversos medios de comunicación y escritores relacionados con el turismo, fueron invitados durante tres días para conocer la auténtica Sierra Norte de Sevilla. Por parte de AITEK, tuve la feliz ocasión de asistir a dicha invitación.

En el aeropuerto de San Pablo, fuimos recibidos por Amanda Louise Corbett, Jefe del Departamento de Receptivos de PRODETUR, quien nos acompañó en el almuerzo ligero ofrecido en el agradable Ayre Hotel de Sevilla. A continuación el grupo inició el itinerario previsto, ahora guiado por Carolina Sánchez de la misma empresa pública de promoción.

El recorrido propuesto abarcaba la visita durante tres días de El Pedroso, Cazalla de la Sierra, Constantina, San Nicolás de Puerto, Las Navas de la Asunción y La Puebla de los Infantes. Completaba el recorrido un paseo por la Dehesa Frías y una bodega en Cazalla.

La Sierra Norte es el dominio del bosque mediterráneo de encinas, matorral bajo y alcornocales; el clásico paisaje de Dehesas , verde y apacible, donde habita una fauna peculiar que va desde el águila imperial y la cigüeña negra a los traviesos zorros, ginetas, tejones y hasta gatos monteses. Las bellotas que proporciona este bosque dan alimento a especies tan apreciadas como el cerdo Ibérico y los venados, ambas formando parte del atractivo universo culinario de esta zona. Sin olvidar los toros bravos, cuya negra estampa acrecienta aún más este medio natural tan rico.

Con esta base natural, se entiende la Caza por un lado y la Gastronomía por otro, a veces bastante relacionadas, puesto que el venado, en todas sus formas culinarias, es uno de los reyes de la mesa. Poco hay que hablar de las Chacinas (los embutidos) por todos apreciadas y yo resaltaría, en esta época otoñal, las Setas en todas sus formas y tonalidades. Con esto queda claro que la Restauración era uno de los platos fuertes de esta ruta.

Julia y Laura del Hotel La Posada del Moro de Cazalla de la Sierra con la cosecha diaria de setas

Pero quizás lo que mas nos sorprendió es la variedad y calidad de los Alojamientos turísticos que, en sus diversas formas, íbamos a visitar; desde los Rurales a los Hoteles con encanto, había donde elegir según los gustos, las épocas y los acompañantes.

No falta Patrimonio monumental de interés y Monumentos naturales que sin duda son desconocidos por el gran público. Todo ello, aderezado con unas Actividades al aire libre que aprovechan los pantanos, los ríos y la propia dehesa, nos mostraron una parte de la provincia de Sevilla ignorada, que sin duda todo el mundo puede disfrutar.

En El Pedroso recibimos la primera sorpresa: un Hotel con Spa, el Montehueznar, el único en su género en aquella sierra. Todo un acierto para los días calurosos del estío de Sevilla y para los europeos amantes de la ecología que lo disfrutan. A través de senderos en el Parque Natural, llegamos al Complejo Turístico Sierra Hueznar, situado a orillas de un pantano, donde disfrutar de un campamento de verano y Apartamentos rurales con espacios y actividades campestres. El plan perfecto de un turismo ecológico y sostenible.

Recepción del Hotel Posada del Moro

Casi de noche, pues ahora atardece rápido, Cazalla de la Sierra nos esperaba con otra agradable sorpresa: el Hotel La Posada del Moro, regentado por dos simpáticas hermanas, Julia y Laura, que son el alma de este hotel con encanto. Antigüedades, jardín andaluz con la música apacible de la fuente, y una excelente cena con la compañía del Sr. Alcalde y la concejala de Turismo de esta villa. En el menú, setas, patés, chacinas, venado y aceite superior, desfilaron ante nuestros ojos y paladares regalados. Y de postre… ¡tarta de setas! Toda una muestra de creatividad gustosa y casi única.

El segundo día nos trajo más sorpresas. En Constantina visitamos un alojamiento peculiar: Los Pozos de la Nieve. Allí se almacenaba hace siglos el hielo que usaban en la ciudad de Sevilla. A estos inmensos pozos en desuso, acompañan hoy cinco grandes apartamentos dobles y bien equipados, junto a una nave que recuerda una mini basílica con arcos de ladrillo. Este alojamiento, Premio Europa Nostra 2006 es propiedad de una familia belga residente en Sevilla.

Nave central de Los Pozos del Agua

Más adelante nos esperaban en la Dehesa Frías, propiedad de la ganadera vizcaína Dolores Aguirre e Ybarra. Hicimos la visita a bordo de un camión tipo militar, acompañados por el mayoral, que nos proporcionaba todo tipo de explicaciones. Varias manadas de toros (con unos 6 – 8 animales cada una) atravesaron nuestro campo visual y se dejaron fotografiar a nuestro placer. Las ovejas y cabras también pastaban bellotas muy cerca, y como pudimos comprobar más tarde, esto se nota en el sabor sabroso de sus quesos. También vimos las ocas con las que se produce un foie natural (de alimentación ética, no forzada) y también deliciosos magrets. De todo ello tuvimos ocasión de realizar una exquisita degustación en un edificio anexo preparado para eventos y comidas de empresa. Y también pudimos comprar quesos, aceites y hasta relojes con el escudo de ganadería de la dehesa.

De regreso a Constantina, degustamos un excelente almuerzo en el Restaurante Cambio de Tercio, donde pudimos catar unas sabrosas chacinas seguidas de una pluma ibérica con setas rellenas. Sin comentarios.

La tarde estuvo dedicada al medio natural. El Cerro del Hierro, antigua mina de hierro ya agotada, ofrece un paisaje ruiniforme de gran encanto. El antiguo ferrocarril minero es hoy la Vía Verde de San Nicolás que invita a pasear y hacer ejercicio. No muy lejos el nacimiento del río Huéznar da lugar a cascadas bajo una densa arboleda. Excelente frescor y agua cristalina para disfrutar. Otra curiosidad: en San Nicolas del Puerto hay una playa artificial sobre el río Huéznar, muy frecuentada en los meses estivales.

Regresando hacia Cazalla de la Sierra, una parada en los viñedos de las Bodegas Colonias de Galeón. Han recuperado viñas antiguas y cultivan variedades de uva tinta, rosada y blanca cuyos caldos tuvimos ocasión de degustar en el espacio de cata de la bodega. Ya hace siglos que desde allí se enviaba vino a América y ahora se esta recuperando la tradición bodeguera.

La cena nos puso en contacto con Enrica, una italiana instalada en Cazalla que ofrece una cocina muy personal y elaborada. Foie de tres gustos (uno de ellos de morcilla), venado de la casa, sopa de tomate natural, setas variadas y los originales panes de la casa. El Cortijo Restaurante Vista Alegre, en las afueras de Cazalla, tiene amplios espacios de interior y un vasto jardín para bodas y eventos.

Durante nuestro tercer y último día nos sirvió de excelente guía y acompañante Florencio Quintero gerente de la empresa “Conocer Sevilla .com“; un autentico pozo de conocimientos en arte e historia. En Las Navas de la Concepción tuvimos ocasión de conversar con la edil de Turismo y Medio Ambiente de su ayuntamiento. Y con el párroco del templo de la Purísima Concepción, hicimos la visita de la iglesia.

En La Puebla de los Infantes nos esperaba otra sorpresa; un hotel con encanto y excelente decoración.: La Posada del Infante. Abierto recientemente, cuenta con dos pisos, terraza y un amplio comedor. La decoración es rústica pero de muy elegante mueblaje y adornos. El almuerzo tuvo lugar en el restaurante Agredado, del mismo propietario de la Posada, que nos ofreció una deliciosa selección de productos de la tierra, dominando las setas y el ibérico.

Habitación del Hotel Rural La Posada de los Infantes

Una pequeña visita al Alcazar de Sevilla y el Barrio de Santa Cruz, puso fin a esta sorprendente ruta por la Sierra. Tocaba regresar y el avión de Vueling nos dejó en poco más de una hora en el aeropuerto de Bilbao. Tres días intensos donde tomamos conciencia del bosque de dehesa, de su fauna, de sus habitantes cultivados para la gastronomía, de sus recoletos y nuevos hoteles y sobre todo de la amabilidad y la valía de estas gentes que nos brindaron una estancia inolvidable. Prometemos regresar y ahora que sabemos el camino todo es más fácil.


Julia Gómez Prieto de AITEK con Florencio Quintero de			la empresa " Conocer Sevilla.com"

Mil gracias a PRODETUR por estos días en un medio único: las dehesas. Por su flora y su fauna. Su gastronomía y su hoteleria. Su patrimonio y sobretodo sus gentes. Quedamos en deuda con todos ellos.

Nuestro reconocimiento a cuantos nos recibieron y atendieron, así como a Amador Sánchez Martín, Gerente de PRODETUR y Rocío Naranjo Molina, Jefa de Departamento de Promoción Exterior, que nos visitaron en Bilbao el pasado mes de mayo.

Texto y fotos: Julia Gómez Prieto. AITEK