14ª Exposición de Libros y Revistas de
Viajes y Turismo, en la Feria ITB de Berlin 2015
Del 4 al 8 de marzo de este año se ha celebrado en MESSE BERLIN, el recinto ferial de la capital alemana, la 49ª edición de la feria ITB BERLIN, el más importante punto de encuentro de la industria turística a nivel global.
La feria ha batido records en 2015, con 10.096 expositores de 186 países presentes, un incremento en el número de visitantes profesionales hasta los 115.000 (un 43% de los mismos venidos de fuera de Alemania) y una cifra de volumen de negocio que ha alcanzado los 6.700 millones de euros. La cobertura mediática ha sido también excepcional, con 5.180 periodistas acreditados.
En este marco ha tenido lugar la 14ª Exposición de Libros y Revistas de Viajes y Turismo, organizada por el Centro de Documentación Turística (CDT).
Allí se ha podido ver una selección de las mejores publicaciones de viajes y turismo, estilo de vida, profesionales, económicas, etc., españolas, portuguesas e Iberoamericanas, así como una extensa muestra de libros de turismo, gastronomía y patrimonio.
Esta destacada exposición del sector editorial turístico ha sido patrocinada por MESSE BERLIN y ha contado también con la colaboración del Grupo Marva y el hotel St. Michael- Heim de Berlín.
La próxima edición de ITB Berlín tendrá lugar del 9 al 13 de marzo de 2016.
Más información: Centro de Documentación Turística. Avda. de los Toreros, 14. 28028 Madrid. +34 606 273 216. cdt_miguelmontes@yahoo.es
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TÁNGER Y TETUÁN. Dos ciudades singulares
Marruecos, como nación de rico pasado, tiene muchos lugares fascinantes. Sus ciudades históricas, el Atlas o la costa atlántica son sólo algunos de ellos y en esta ocasión nuestro viaje nos ha llevado a dos de acusada personalidad: Tánger y Tetuán.
Tánger
La ciudad de Tánger constituye la puerta natural de Marruecos, siendo la población más cercana a Europa del país. Su situación estratégica, junto al Estrecho de Gibraltar ha hecho que a lo largo de la historia cambie de manos muchas veces: romanos, vándalos, árabes, portugueses, españoles e incluso ingleses se la disputaron antes de que definitivamente formara parte de Marruecos.
Pero es en 1923, al ser declarada zona internacional y ser administrada por varios países cuando adquiere ese carácter cosmopolita que ya nunca abandonará. Los espías de las potencias que lucharán a muerte en la segunda guerra mundial intrigan en sus calles y la ciudad se llena de músicos y escritores que obtienen allí la inspiración necesaria.
Se convirtió, en palabras del propio Matisse, en “el paraíso de los pintores” hasta el punto de que otro famoso pintor, Edgar Degas, se estableció un tiempo en el Hotel Intercontinental. Fortuny, Delacroix, Kerouac, Burroughs o Paul Bowles son otros nombres que han buscado la luz y el color de Tánger en los dos últimos siglos.
Lo mejor para conocer la ciudad es callejear tranquilamente. Como recomendación, acercarse a la que hoy en día es la calle mayor de la ciudad: el Bulevar Pasteur. Una vía muy transitada, por la que merece la pena darse una vuelta y llegar hasta el llamado ‘balcón de los vagos’, siempre lleno de personas que permanecen todo el día sentados.
Está justo al lado del legendario Gran Café de París, en cuya terraza se instala también numeroso público, a ver y dejarse ver por los transeúntes. Haciendo esquina con el café se encuentra la calle Liberté, y en ella la pastelería y salón de te ‘La Española’, con estupendas pastas y dulces. A continuación el mítico hotel ‘El Minzah’ (elminzha.com), el mejor y más lujoso de Tánger. Se construyó en 1930, alrededor de un enorme y bello patio andaluz. Sus habitaciones rezuman historia y el trato del personal es exquisito.
Nosotros nos alojamos en el hotel a mediados de mayo y una semana después lo hizo el equipo técnico de la serie ‘Cuéntame’, que rodaban allí. Es recomendable también darse una vuelta por el Pequeño Zoco y rael Zoco Gnde, en la Medina. Y por último, si hay tiempo, otra visita curiosa, la del Cabo Spartel, a 14 kilómetros al oeste de la ciudad. Desde el faro del Cabo, adonde llegamos tras atravesar un barrio residencial en el que se ven los palacios del Rey de Marruecos y del de Arabia Saudí, hay unas vistas increíbles.
Pero es en 1923, al ser declarada zona internacional y ser administrada por varios países cuando adquiere ese carácter cosmopolita que ya nunca abandonará. Los espías de las potencias que lucharán a muerte en la segunda guerra mundial intrigan en sus calles y la ciudad se llena de músicos y escritores que obtienen allí la inspiración necesaria.
Se convirtió, en palabras del propio Matisse, en “el paraíso de los pintores” hasta el punto de que otro famoso pintor, Edgar Degas, se estableció un tiempo en el Hotel Intercontinental. Fortuny, Delacroix, Kerouac, Burroughs o Paul Bowles son otros nombres que han buscado la luz y el color de Tánger en los dos últimos siglos.
Lo mejor para conocer la ciudad es callejear tranquilamente. Como recomendación, acercarse a la que hoy en día es la calle mayor de la ciudad: el Bulevar Pasteur. Una vía muy transitada, por la que merece la pena darse una vuelta y llegar hasta el llamado ‘balcón de los vagos’, siempre lleno de personas que permanecen todo el día sentados.
Está justo al lado del legendario Gran Café de París, en cuya terraza se instala también numeroso público, a ver y dejarse ver por los transeúntes. Haciendo esquina con el café se encuentra la calle Liberté, y en ella la pastelería y salón de te ‘La Española’, con estupendas pastas y dulces. A continuación el mítico hotel ‘El Minzah’ (elminzha.com), el mejor y más lujoso de Tánger. Se construyó en 1930, alrededor de un enorme y bello patio andaluz. Sus habitaciones rezuman historia y el trato del personal es exquisito.
Nosotros nos alojamos en el hotel a mediados de mayo y una semana después lo hizo el equipo técnico de la serie ‘Cuéntame’, que rodaban allí. Es recomendable también darse una vuelta por el Pequeño Zoco y rael Zoco Gnde, en la Medina. Y por último, si hay tiempo, otra visita curiosa, la del Cabo Spartel, a 14 kilómetros al oeste de la ciudad. Desde el faro del Cabo, adonde llegamos tras atravesar un barrio residencial en el que se ven los palacios del Rey de Marruecos y del de Arabia Saudí, hay unas vistas increíbles.
Tetuán
La que fue capital del antiguo protectorado español también merece una visita. Es sin duda la más española de las ciudades marroquíes, recordando a algunas poblaciones andaluzas, y posee una de las medinas más atractivas de Marruecos, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. A ella accedemos por la entrada que se encuentra junto a la gran plaza Hassan II y frente al Palacio Real y el paseo por su interior es muy agradable.
Otro lugar interesante de la ciudad es el Barrio de los Zocos. Allí se nos muestra la ciudad artesana, con tejedores confeccionando chilabas y haciendo bordados, curtidores de cuero y latoneros labrando platos y bandejas. Están agrupados por calles según su gremio, y se pueden encontrar prendas y objetos de calidad a precios razonables.
A la salida del barrio de Bab- el- Okla, llamado así por una de las siete puertas históricas de la Medina, se halla el Museo de Artes Marroquíes, una verdadera escuela de artes y oficios tradicionales, que cuenta con bellas colecciones de cerámica, vestidos tradicionales e instrumentos musicales. Un consejo: acérquense a visitar ‘El Reducto’, una casa de huéspedes de cinco amplias habitaciones que está atendida por Ruth, su propietaria, una española simpatiquísima que atiende de maravilla el restaurante y hotelito.
Siguiendo con las series de televisión, allí se alojaron los protagonistas de la exitosa ‘El tiempo entre costuras’ basada en el libro de María Dueñas. Turísticamente esta serie de televisión ha supuesto todo un ‘boom’. Según Mohamed Sofi, el director de la Oficina Nacional Marroquí de Turismo en España y Portugal, muchos de los que se acercan a solicitar información quieren visitar las dos ciudades donde se rodaron las escenas de esta prestigiosa producción.
En lo que a gastronomía se refiere, a la salida de la ciudad se encuentra el ‘Auberge Dardara’ www.dardara.com , un lugar muy especial por su ubicación y por la excelencia de su cocina, capitaneada por el propietario Jaber Elhababi. La cabra tajíne con higos secos es el plato estrella.
Aunque el tiempo no daba para más, tuvimos oportunidad también de acercarnos brevemente a la ciudad de Chaouen. En la localidad, nos sorprendieron gratamente las casas encaladas contrastando con las puertas y ventanas pintadas en color azul, que junto a las empinadas y estrechas callejuelas de la medina hacen de Chaouen uno de los lugares más encantadores de esta zona de Marruecos.
Otro lugar interesante de la ciudad es el Barrio de los Zocos. Allí se nos muestra la ciudad artesana, con tejedores confeccionando chilabas y haciendo bordados, curtidores de cuero y latoneros labrando platos y bandejas. Están agrupados por calles según su gremio, y se pueden encontrar prendas y objetos de calidad a precios razonables.
A la salida del barrio de Bab- el- Okla, llamado así por una de las siete puertas históricas de la Medina, se halla el Museo de Artes Marroquíes, una verdadera escuela de artes y oficios tradicionales, que cuenta con bellas colecciones de cerámica, vestidos tradicionales e instrumentos musicales. Un consejo: acérquense a visitar ‘El Reducto’, una casa de huéspedes de cinco amplias habitaciones que está atendida por Ruth, su propietaria, una española simpatiquísima que atiende de maravilla el restaurante y hotelito.
Siguiendo con las series de televisión, allí se alojaron los protagonistas de la exitosa ‘El tiempo entre costuras’ basada en el libro de María Dueñas. Turísticamente esta serie de televisión ha supuesto todo un ‘boom’. Según Mohamed Sofi, el director de la Oficina Nacional Marroquí de Turismo en España y Portugal, muchos de los que se acercan a solicitar información quieren visitar las dos ciudades donde se rodaron las escenas de esta prestigiosa producción.
En lo que a gastronomía se refiere, a la salida de la ciudad se encuentra el ‘Auberge Dardara’ www.dardara.com , un lugar muy especial por su ubicación y por la excelencia de su cocina, capitaneada por el propietario Jaber Elhababi. La cabra tajíne con higos secos es el plato estrella.
Aunque el tiempo no daba para más, tuvimos oportunidad también de acercarnos brevemente a la ciudad de Chaouen. En la localidad, nos sorprendieron gratamente las casas encaladas contrastando con las puertas y ventanas pintadas en color azul, que junto a las empinadas y estrechas callejuelas de la medina hacen de Chaouen uno de los lugares más encantadores de esta zona de Marruecos.
Miguel Montes. Secretario General de FEPET
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BUDAPEST. Las dos orillas del Danubio
Con motivo de un reciente encuentro de periodistas, tuve la oportunidad de volver a Budapest, ciudad que no visitaba hacía muchos años. Por aquel entonces la ciudad, a pesar de la decrepitud de muchos edificios y cierto aire tristón ya impresionaba pero ahora está verdaderamente espectacular.
La capital de Hungría se formó por la unión de tres ciudades. Buda, la primera de ellas, está situada sobre una colina y en ella se encontraban edificios tan emblemáticos como el Palacio Real o el barrio del Castillo, de estilo barroco. En segundo lugar estaba Obuda, un antiguo asentamiento de pescadores y la más antigua de estas tres poblaciones, y finalmente Pest, que desde sus orígenes ha evolucionado para convertirse en la actualidad en el centro comercial de la ciudad, y donde se ubican los principales hoteles, bares, restaurantes y discotecas.
Uno de los primeros lugares que cautivan al viajero es la Isla Margarita. Su privilegiada situación en mitad del río Danubio y su riqueza en aguas termales hacen de este enclave de 2.500 m. de largo por 500 de ancho un lugar perfecto para el ocio. Desde allí le asalta a uno el pensamiento de que quizá ésta sea una de las ciudades más bellas de Europa, impresión que queda confirmada cuando se sube al llamado tren cremallera, un funicular que proporciona unas vistas magníficas tanto del Danubio visto desde la antigua Buda como de la otra parte de la ciudad.
A 100 metros de altura se ven perfectamente los tesoros arquitectónicos de la capital de Hungría. Haciendo un rápido repaso, si miramos a la izquierda veremos los imponentes edificios del Palacio Real, que albergan la Biblioteca Nacional y varios museos, entre los que destacan la Galería Nacional con pintura y escultura desde la Edad Media y el Museo Histórico de Budapest. Al otro lado de la colina se encuentra la simbólica iglesia de San Matías (en honor al rey de ese nombre). En pie desde el siglo XIII, su majestuoso campanario gótico vigila el cuerpo de la iglesia, que fue reconstruido en estilo barroco tras la expulsión de los turcos, bajo cuya dominación hizo las veces de mezquita mayor. Desde lo alto se contempla también el llamado Bastión de los Pescadores. Es de finales del siglo XIX, pero se alza sobre las antiguas murallas medievales. Proporciona una excelente perspectiva de Pest y del recodo del Danubio, aunque nunca fue usado como defensa. Sus siete torres representan a las siete tribus magiares que conquistaron este territorio y a ambos lados de la escalinata se yerguen las estatuas de Álmos y Elód, dos históricos caudillos magiares.
Bajando ya a tierra, entremos en el otro capítulo importante de todo viaje a Budapest que se precie: los balnearios. Para empezar, el viajero debe saber que la piscina más bella del mundo se halla en el Hotel Gellert, lugar que debe ser visitado, no solo por los beneficios de las aguas termales, sino porque es uno de edificios más atractivos de la ciudad. Situado al pie de la colina de San Gerardo y frente al Puente de la Liberación, sus casi milagrosas aguas colman de sensaciones un ambiente inolvidable, que deleita la vista y el buen gusto. Abierto en 1918, se construyó en estilo Art-Decó y cuenta con 13 piscinas.
Otro balneario muy famoso es el ‘Szechenyi’, que tiene las fuentes con agua más caliente de Budapest. Aquí se puede ver a los jugadores de ajedrez característicos en los baños de la capital húngara envueltos en un halo de vapor, quietos y concentrados alrededor de un tablero flotante. El edificio data de principios del siglo XX. Es una edificación neobarroca, con rica decoración en mosaico. Szechenyi, con sus cúpulas, frontales y la estatuaria de calidad es probablemente el balneario más importante de Europa y uno de los más bellos.
Dejando atrás el mundo acuático, seguimos viaje al Mercado Central, que se encuentra tras cruzar el citado Puente de la Libertad. Inaugurado en 1897, es un gran espacio cubierto de 10.500 metros cuadrados, con fachada ricamente decorada y torres angulares revestidas de mayólica. Su interior es de hierro y ladrillo y se ha convertido en lugar de compras no solo para los húngaros sino también para los visitantes.
Tras abandonarlo, llegamos a la magnífica Plaza de los Héroes, donde termina la Avenida Andrássy, la mayor de la ciudad. Allí se puede admirar el gigantesco monumento al Milenio, erigido para conmemorar el milenario de la nación, con grandes estatuas de los reyes y héroes húngaros escoltando al arcángel Gabriel, que corona la columna central. A ambos lados se sitúan el Museo de Bellas Artes y el Palacio de Exposiciones, que alberga una rica colección de pinturas españolas, entre ellas varios Velázquez, Goya, el Greco, etc.
Y por fin, el edificio más emblemático de Budapest. El grandioso parlamento húngaro. Comenzado a construir en 1885 y terminado en 1905 se yergue orgulloso frente al Danubio en acertada mezcla de los estilos renacentista, barroco, neogótico y ecléctico. Tiene 268 metros de largo y debajo de su majestuosa cúpula, cuyo punto más elevado llega a los 96 metros de altura, se exponen la corona, el cetro y el globo del reino, vigilados permanentemente por 4 soldados. En el momento de nuestra visita tuvimos la oportunidad de presenciar la solemne ceremonia del cambio de guardia.
En fin, cercano ya el final de nuestra estancia, no podemos terminar sin mencionar brevemente algunos otros lugares del apabullante patrimonio de la ciudad, como la Estación Central, construida por Gustave Eiffel, el cine Urania, inaugurado en 1920, el maravilloso Teatro de la Ópera (1884), neorrenacentista y la estación de metro del mismo nombre, de obligada visita. Si todavía quedan fuerzas añadiremos las visitas a la Gran Sinagoga Judía, la mayor de Europa y la segunda del mundo, con asientos para 3.000 devotos y el romántico Castillo de Vajdahunyard, construido para la Exposición Universal de 1896.
En la cocina húngara la protagonista de todos los platos es la paprika, una variedad de pimentón, picante o dulce, que confiere un sabor peculiar a especialidades como el ‘goulash’, un guisado de carne de vaca o cordero presentado como sopa, el ‘székelgulyas’, variante del anterior o el ‘pörkoit’, otro guiso que puede ser de pollo, vaca, ternera, o carnero. Los vinos del país maridan perfectamente con estos sabrosos platos.
El legendario Gerbeaud, en el corazón de la ciudad, es uno de los más famosos, antiguos y tradicionales cafés de Europa. Fue inaugurado por Henrik Kugler en 1858, y ampliado por su socio y sucesor Emil Gerbaud. Su última remodelación tuvo lugar en 1997 y devolvió al local el aspecto original de tiempos pasados. Nada más entrar a su interior, los aromas más dulces despiertan nuestros sentidos. Son conocidas sus tartas de crema, la famosa tarta Esztertházy, las tortas ‘Dobos’, así como la bollería selecta y los exquisitos helados, todos ellos especialidades de la casa y totalmente artesanos. Más de 300 invitados pueden disfrutar de su atmósfera clásica en los varios salones existentes. Gerbaud Café Vörösmarty tér, 7-8 1051, Budapest www.gerbaud.hu
Budapest nos invita a disfrutar su legado de gran capital europea.
Miguel Montes. Secretario General de FEPET
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La capital de Hungría se formó por la unión de tres ciudades. Buda, la primera de ellas, está situada sobre una colina y en ella se encontraban edificios tan emblemáticos como el Palacio Real o el barrio del Castillo, de estilo barroco. En segundo lugar estaba Obuda, un antiguo asentamiento de pescadores y la más antigua de estas tres poblaciones, y finalmente Pest, que desde sus orígenes ha evolucionado para convertirse en la actualidad en el centro comercial de la ciudad, y donde se ubican los principales hoteles, bares, restaurantes y discotecas.
Los encantos de Budapest
El Bastión de los Pescadores. Foto M.Montes |
Uno de los primeros lugares que cautivan al viajero es la Isla Margarita. Su privilegiada situación en mitad del río Danubio y su riqueza en aguas termales hacen de este enclave de 2.500 m. de largo por 500 de ancho un lugar perfecto para el ocio. Desde allí le asalta a uno el pensamiento de que quizá ésta sea una de las ciudades más bellas de Europa, impresión que queda confirmada cuando se sube al llamado tren cremallera, un funicular que proporciona unas vistas magníficas tanto del Danubio visto desde la antigua Buda como de la otra parte de la ciudad.
A 100 metros de altura se ven perfectamente los tesoros arquitectónicos de la capital de Hungría. Haciendo un rápido repaso, si miramos a la izquierda veremos los imponentes edificios del Palacio Real, que albergan la Biblioteca Nacional y varios museos, entre los que destacan la Galería Nacional con pintura y escultura desde la Edad Media y el Museo Histórico de Budapest. Al otro lado de la colina se encuentra la simbólica iglesia de San Matías (en honor al rey de ese nombre). En pie desde el siglo XIII, su majestuoso campanario gótico vigila el cuerpo de la iglesia, que fue reconstruido en estilo barroco tras la expulsión de los turcos, bajo cuya dominación hizo las veces de mezquita mayor. Desde lo alto se contempla también el llamado Bastión de los Pescadores. Es de finales del siglo XIX, pero se alza sobre las antiguas murallas medievales. Proporciona una excelente perspectiva de Pest y del recodo del Danubio, aunque nunca fue usado como defensa. Sus siete torres representan a las siete tribus magiares que conquistaron este territorio y a ambos lados de la escalinata se yerguen las estatuas de Álmos y Elód, dos históricos caudillos magiares.
Bajando ya a tierra, entremos en el otro capítulo importante de todo viaje a Budapest que se precie: los balnearios. Para empezar, el viajero debe saber que la piscina más bella del mundo se halla en el Hotel Gellert, lugar que debe ser visitado, no solo por los beneficios de las aguas termales, sino porque es uno de edificios más atractivos de la ciudad. Situado al pie de la colina de San Gerardo y frente al Puente de la Liberación, sus casi milagrosas aguas colman de sensaciones un ambiente inolvidable, que deleita la vista y el buen gusto. Abierto en 1918, se construyó en estilo Art-Decó y cuenta con 13 piscinas.
Gran Piscina del Hotel Spa Gellert. Foto gellertspa.com |
Otro balneario muy famoso es el ‘Szechenyi’, que tiene las fuentes con agua más caliente de Budapest. Aquí se puede ver a los jugadores de ajedrez característicos en los baños de la capital húngara envueltos en un halo de vapor, quietos y concentrados alrededor de un tablero flotante. El edificio data de principios del siglo XX. Es una edificación neobarroca, con rica decoración en mosaico. Szechenyi, con sus cúpulas, frontales y la estatuaria de calidad es probablemente el balneario más importante de Europa y uno de los más bellos.
Dejando atrás el mundo acuático, seguimos viaje al Mercado Central, que se encuentra tras cruzar el citado Puente de la Libertad. Inaugurado en 1897, es un gran espacio cubierto de 10.500 metros cuadrados, con fachada ricamente decorada y torres angulares revestidas de mayólica. Su interior es de hierro y ladrillo y se ha convertido en lugar de compras no solo para los húngaros sino también para los visitantes.
El Gran Mercado Central. Foto M.Montes |
Tras abandonarlo, llegamos a la magnífica Plaza de los Héroes, donde termina la Avenida Andrássy, la mayor de la ciudad. Allí se puede admirar el gigantesco monumento al Milenio, erigido para conmemorar el milenario de la nación, con grandes estatuas de los reyes y héroes húngaros escoltando al arcángel Gabriel, que corona la columna central. A ambos lados se sitúan el Museo de Bellas Artes y el Palacio de Exposiciones, que alberga una rica colección de pinturas españolas, entre ellas varios Velázquez, Goya, el Greco, etc.
Y por fin, el edificio más emblemático de Budapest. El grandioso parlamento húngaro. Comenzado a construir en 1885 y terminado en 1905 se yergue orgulloso frente al Danubio en acertada mezcla de los estilos renacentista, barroco, neogótico y ecléctico. Tiene 268 metros de largo y debajo de su majestuosa cúpula, cuyo punto más elevado llega a los 96 metros de altura, se exponen la corona, el cetro y el globo del reino, vigilados permanentemente por 4 soldados. En el momento de nuestra visita tuvimos la oportunidad de presenciar la solemne ceremonia del cambio de guardia.
El Danubio, el Puente de las Cadenas y el Parlamento. Foto eurovacances.es |
En fin, cercano ya el final de nuestra estancia, no podemos terminar sin mencionar brevemente algunos otros lugares del apabullante patrimonio de la ciudad, como la Estación Central, construida por Gustave Eiffel, el cine Urania, inaugurado en 1920, el maravilloso Teatro de la Ópera (1884), neorrenacentista y la estación de metro del mismo nombre, de obligada visita. Si todavía quedan fuerzas añadiremos las visitas a la Gran Sinagoga Judía, la mayor de Europa y la segunda del mundo, con asientos para 3.000 devotos y el romántico Castillo de Vajdahunyard, construido para la Exposición Universal de 1896.
Una gastronomía con tradición
En la cocina húngara la protagonista de todos los platos es la paprika, una variedad de pimentón, picante o dulce, que confiere un sabor peculiar a especialidades como el ‘goulash’, un guisado de carne de vaca o cordero presentado como sopa, el ‘székelgulyas’, variante del anterior o el ‘pörkoit’, otro guiso que puede ser de pollo, vaca, ternera, o carnero. Los vinos del país maridan perfectamente con estos sabrosos platos.
El Café Gerbeaud
Salón del Café Gerbeaud. Foto M.Montes |
El legendario Gerbeaud, en el corazón de la ciudad, es uno de los más famosos, antiguos y tradicionales cafés de Europa. Fue inaugurado por Henrik Kugler en 1858, y ampliado por su socio y sucesor Emil Gerbaud. Su última remodelación tuvo lugar en 1997 y devolvió al local el aspecto original de tiempos pasados. Nada más entrar a su interior, los aromas más dulces despiertan nuestros sentidos. Son conocidas sus tartas de crema, la famosa tarta Esztertházy, las tortas ‘Dobos’, así como la bollería selecta y los exquisitos helados, todos ellos especialidades de la casa y totalmente artesanos. Más de 300 invitados pueden disfrutar de su atmósfera clásica en los varios salones existentes. Gerbaud Café Vörösmarty tér, 7-8 1051, Budapest www.gerbaud.hu
Budapest nos invita a disfrutar su legado de gran capital europea.
Miguel Montes. Secretario General de FEPET
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MESSE BERLIN HA PATROCINADO LA 13ª EXPOSICIÓN DE LIBROS Y REVISTAS DE TURISMO ORGANIZADA POR EL CENTRO DE DOCUMENTACIÓN TURÍSTICA EN ITB BERLIN 2014
La Exposición |
En esta 48ª edición de la feria, que
se ha celebrado del 5 al 9 de marzo de 2014, han estado presentes
en el recinto ferial de la capital alemana 110.147
expositores de 189 países, de los que dos tercios procedían de
fuera de Alemania.
Se ha producido también un incremento
sustancial del 4% en el número de visitantes profesionales
-114.000- y operaciones comerciales -6.500 millones de euros- con respecto al
año anterior . Dentro de la feria ha tenido lugar la “13ª
Exposición Internacional del Libro Turístico y de Revistas de
Turismo” organizada por el Centro de Documentación Turística,
dirigido por Miguel Montes, Secretario General de la Federación Española
de Periodistas y Escritores de Turismo (FEPET).
Astrid Zand, David Ruetz y Luz Marina Heruday, jefa de
prensa, director y subdirectora de ITB Berlín con
Miguel Montes y Gonzalo Nates, del CDT, en el stand de la exposición
|
La Exposición ha contado con el patrocinio
de MESSE BERLÍN y con la colaboración del Grupo MARVA y
el Hotel St.Michaels-Heim de Berlín. En el stand 111 del
pabellón 3.1 han estado presentes editoriales nacionales e
internacionales con sus fondos bibliográficos, así como una selección de
las mejores revistas de viajes, profesionales, de estilo de vida,
culturales, gastronómicas, etc. cuyos contenidos guardan relación con
el turismo.
Más información: Centro de Documentación
Turística: +34 606 273 216. cdt_miguelmontes@yahoo.es
La próxima edición de ITB Berlín se
celebrará del 4 al 8 de marzo de 2015.
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PALACIO ESTORIL GOLF & SPA: el hotel por excelencia
Clasicismo
y modernidad
El
prestigioso Hotel Palacio Estoril, morada de reyes y aristócratas desde su
construcción, es sin duda el punto de partida idóneo para explorar toda la Costa
de Estoril, famoso lugar de esparcimiento de la corte portuguesa, que
concentra un patrimonio cultural
artístico y natural muy notable en alguno de los lugares más bellos de Portugal. El
hotel ofrece como atributo más destacado una rigurosa calidad en sus instalaciones y servicios. Inaugurado
hace ochenta años fue diseñado bajo los
patrones y la estética de los años treinta, evocando aún la atmósfera, tan atrayente para los
huéspedes, de aquel tiempo.
Tras
concluirse hace un tiempo las obras de
remodelación más importantes que se han llevado a cabo en los últimos
veinticinco años de la vida del hotel, con una inversión de más de seis millones y medio de euros, el hotel nos proporciona
ahora todas las posibilidades que el huésped del siglo XXI demanda, sin olvidar
su esencia de hotel clásico; una puesta al día necesaria para continuar
ofreciendo las comodidades habituales en un establecimiento de esta categoría,
considerado como uno de los mejores de Europa.
Sus
habitaciones y suites están decoradas, como el resto de las
estancias y salones, en el clasicismo propio del hotel, tan propicio a la satisfacción del
cliente. En cuanto a la atención al huésped, es impecable; el personal,
cualificado y profesional, ofrece un trato cortés y atento.
Congresos, Spa y Golf
Pero
el hotel no sólo mantiene su distintivo espíritu de otra época. Aprovechando
antiguas salas de lectura o de juego se ha habilitado un completo centro para la celebración de congresos, convenciones
y todo tipo de eventos, actividad que le genera al Palacio Estoril cerca del 50% de su negocio.
Dotado
de nueve salas con capacidad de hasta 500 personas, el hotel posee todo lo necesario para las reuniones de
negocios, ofreciendo servicios de wi-fi, business centre etc. Además, ofrece servicios de organización, que pueden incluir comidas de trabajo y otras opciones. A esto se suma la recuperación de sus antiguas termas, cerradas durante de 45 años, y su conversión en un nuevo
Centro de Wellness, con instalaciones dedicadas a la relajación, el bienestar y la salud de sus clientes.
Por
si esto no bastara, el hotel cuenta con el Campo de Golf de Estoril, uno
de los campos históricos de Portugal,
cuya fundación se remonta al año 1929 y por el que han pasado famosísimos
jugadores de todas las épocas. Allí, el
visitante podrá disfrutar al lado del Atlántico y rodeado de abetos y
mimosas de sus dos recorridos de 18 y 9
hoyos.
El
Palacio Estoril es sin duda la mejor elección para que el huésped, sea
cual sea el propósito o la duración de su viaje quede plenamente satisfecho.
HOTEL
PALACIO ESTORIL
Categoría:
*****
Rua
Particular
2769-
504 ESTORIL (Portugal)
Tel:
+351 214648000
Fax:
+351214684867
E-mail:
info@hotelestorilpalacio.pt
Página
web: www.palacioestorilhotel.com
Miguel
Montes
Secretario
General FEPET
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